Con mi tobillo algo más firme
(luego de un esguince grado 2), partimos a la clásica competencia de escalada
hielo patagónica (Ice Fest), la cual conto con más de 10 competidores en la categoría
experto. Si bien aún no estaba en condiciones, me decidí a participar y
compartir un buen momento con los “chicos del barrio”. El ganador fue Rodolfo
Torrens (Fito), quien aparece en una de las imágenes más abajo. Por la noche
pasamos una entretenida velada compartiendo en un camping en Villa Cerro
Castillo.
Al día siguiente de Ice Fest habíamos
planificado subir el cerro “escuela” de los montañistas locales, el Pico Negro.
Animados, partimos Marcela, Harry y yo, rumbo a la cima vía canalón sur. Serian casi 4 horas muy tranquilas hasta que
alcanzamos la cumbre en un día radiante, muy luminoso y cálido, muy primaveral.
Contentos celebramos en lo más alto, sobre todo por el esfuerzo de Marcela que
se puso a prueba por primera vez en pendientes más fuertes.
La siguiente actividad llego el domingo
11 de agosto. Con Harry fuimos por una prometedora línea en el cerro Monreal,
objetivo que había visualizado en un ascenso realizado en junio pasado. Con
bastante nieve alcanzamos la entrada del canalón, el cual nos ofreció una escalada
de 6 mts. a 80° max. Los tramos superiores no pasaban de los 40°, sin embargo,
la línea ofrece mucho ambiente y una alternativa con más adrenalina que la ruta
normal (Canalón Hama, 200 mts. 40°- 80° obligado).
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