sábado, 11 de julio de 2009

Recuerdos: ¡Más vale tarde que nunca!

El rescate de las aventuras es una tarea permanente para este blog, ejercicio que por lo demás me permite revivir sentimientos y emociones de aquellos días de antaño, cuando todo era novedad y aprendizaje.

Hace un par de días me reencontré con parte de mis polvorientas fotografías de papel, las que me invitaron a recordar aquel lindo viaje a los volcanes de Chillan y sus conos Nuevo y Viejo.

Básicamente nos trasladamos hasta los volcanes en dos grupos, algunos en vehiculo y otros en locomoción pública, para finalmente encontrarnos al caer la tarde en el centro de ski de dichos macizos. Era junio del 2004, por lo que el frío y la nieve nos dieron una ruda bienvenida.

Caminamos un par de horas iluminados por nuestras luces de frontal, soportando el implacable frio, hasta detener nuestros pasos en una cómoda explanada que parecía ser el lugar indicado para acampar. Protegidos del viento y con nieve disponible para fundir nos fuimos al “sobre”, todos con la ilusión de alcanzar las cumbres al día siguiente.

Cielos claros y un frío intenso acompañaron el amanecer. Tomar desayuno, preparar el equipo y para arriba. Ahí estaban los 2 conos volcánicos luciendo sus primeras nevadas. Ascendimos directo, superando tramos de nieve cartón y a ratos tipo polvo sin gran esfuerzo.

Algunas fumarolas fueron guiando nuestro camino por la suave pendiente que en un par de horas nos dejo en el portezuelo que separa ambas cumbres. Nos detuvimos a hidratar, probamos algún bocadillo y dirigimos nuestra mirada a la primera cumbre de la mañana.

Superada una rampla de nieve accedimos al cráter del volcán Chillan Nuevo (3.186 mts.), estábamos en su cumbre, en la cual para sorpresa de nosotros, no estábamos solos. Un grupo de Los Ángeles que subió por otra ladera había arribado a aquel bello mirador minutos antes, por lo que compartimos con ellos la alegría de la cima.

Un par de fotos y comenzamos el descenso hasta el portezuelo. Frente a nosotros se erguía el segundo objetivo, el cráter del volcán Chillan Viejo (3.122 mts.), cuya ruta orientación norte serpenteaba por sus laderas desprovistas de nieve.

Si mal no lo recuerdo nos costo poco menos de una hora alcanzar lo mas alto de este nuevo mirador de los andes de la región del Bio-Bio, cuya vista nos permitió soñar con nuevos objetivos, tales como la Sierra Velluda, el Monte Domuyo y el mismo Nevado de Chillan. Una linda foto grupal le ponía la firma a esta tranquila y bella doble ascensión.


Descendimos con tiempo y sin problemas hasta el campamento. A medio camino una caprichosa grieta fue objeto de nuestras fotos mientras seguíamos perdiendo altura. Una vez en las carpas nos dispusimos a pasar una segunda noche en la montaña, retirándonos al tercer día, contentos y satisfechos de la experiencia vivida.

PD: La primera foto - de presentación - corresponde al archivo fotografico de andeshandbook, y su autor es Fernando Saenger.