lunes, 17 de septiembre de 2007

Actualidad: con ganas de picar hielo!

Queríamos practicar algo de hielo y las coliflores de lado norte del volcán Llaima se convirtieron en la opción. Tomamos todo el equipo necesario y muy cargados, partimos con la esperanza de poder aprovechar bien la salida.

El sábado fue un día notable, estaba despejado completamente y el volcán lucia de maravilla. Alcanzamos el plateau y continuamos la marcha hacia un buen lugar de campamento, ojala bien cerca del objetivo.


Levantamos el campamento a media tarde, por lo que decidimos aprovechar el resto del día buscando un buen lugar para practicar un poco en algún nevero de buena pendiente, algo encontramos.



Regresamos al campamento con la esperanza de tener un buen día el domingo, para alcanzar las coliflores y hacer una buena practica de hielo, sin embargo, el clima diría otra cosa. El atardecer estuvo de maravilla.


Toda la noche soplo el viento, y muy de madrugada, a la hora de subir, comenzó a nevar copiosamente, frustrando cualquier posibilidad de alcanzar la zona de escalada. Permanecimos en las carpas un par de horas esperando que mejorara pero fue en vano. Decidimos bajar.



No veíamos a más de 5 metros a la redonda, sin embargo nos abalanzamos sobre el inmenso plateau, con la confianza de encontrar la bajada y el final de los andariveles. Hicimos un buen calculo, y con la ayuda de una brújula (de mi reloj), alcanzamos la salida, contentos.



Luego de un buen descanso bajo una gran cornisa, donde también "jugamos" un rato, bajamos hasta el vehiculo y luego a Temuco, algo frustrados por no cumplir el verdadero objetivo, pero como siempre, agradecidos de una nueva experiencia.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Un desconocido: Alto de la Engorda

Se acercaba el 18 de septiembre del 2006 y estaba la posibilidad de hacer alguna actividad de montaña. Recibí la invitación de un amigo Rancagüino y partí rumbo a esas tierras. El objetivo, el Alto de la Engorda.

Con 4.200 mts. de altura, de acuerdo a la poca informacion existente, esta mole de la VI region es muy poco conocida y de ascensos poco se sabe, característica que poseen además, innumerables otros cerros que se yerguen en esta region.

Partimos desde Rancagua un grupo de 6 montañistas con dirección a las callanas y en ese lugar comenzó la acción. Cruzamos el primer río y seguimos internándonos rumbo a lo desconocido.



Luego de varias horas accedimos a un valle algo mas alto y delgado, armando un primer campamento casi al final del mismo. El segundo día continuamos la marcha para doblar abruptamente hacia el este. Aca el valle se mostraba con gran cantidad de nieve, muy pesada.



Luego de un par de horas, bajo un sol radiante y un panorama de montañas fenomenal, nos detuvimos al pie del Alto de la Engorda, donde levantamos nuestro segundo campamento, esperanzados en poder superar el gran desnivel que el día siguiente nos esperaba rumbo a la cumbre.


Salimos de madrugada y comenzamos a ascender por las laderas. Llevábamos un buen ritmo, ascendiendo tranquilos y motivados. Superamos una suerte de canaleta y descansamos por un momento en una pequeña repisa, estábamos como a 3.300 mts. de altura, ascendiendo por la cara sur-oeste.



Continuamos ascendiendo, esta vez por roca, filos y más tarde nos detuvimos en la base de grandes torreones de roca. Las muchas horas de actividad se hacían notar, pero aun podíamos progresar sin problemas. Con algo de dificultad superamos algunos pasos medio complicados y nos detuvimos bajo una pequeña “chimenea”.


En este lugar la ruta cambiaba abruptamente y caía mucho material. Mas tarde dos compañeros superaron dicho obstáculo con la intención de seguir, sin embargo, la falta de equipamiento para afrontar las condiciones imperantes, donde la roca era desastrosa, nos llevo a optar por descender, mientras observábamos a lo lejos la entrada de un frente de mal tiempo.

Habíamos alcanzado los 3.700 mts. aproximadamente, desde ahí descendimos con un rapel y luego sorteando la ladera. Llegamos al campamento cansados y hambrientos. Solo faltaban un par de horas y se pondría a nevar copiosamente.


El cuarto día nos retiramos, satisfechos por la experiencia de haber vivido la montaña en un lugar magnifico, muy poco conocido, pero sabiendo que ha quedado una deuda pendiente.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Vn. Quetrupillan: ¿un diablo timido?

Diciembre del 2005. Ubicado entre el volcán Villarrica y Lanin, el Quetrupillan se eleva mas bajo (2.360), como un hermano menor de estos dos conos de fuego. Achatado en su parte superior, este volcán se las ha arreglado muy bien para verse muy atractivo y estético.

Era el último de la serie de volcanes mas connotados de la Araucanía que me faltaba intentar. Fuimos por el. Ingresamos por un campo aledaño para detenernos al final de un mal tratado camino. Aca comenzó una maravillosa caminata en medio de un tupido bosque, que nos mantuvo entretenidos alrededor de 2 horas.


Al fin salimos del bosque, quedaba mucha nieve aun, pese a lo avanzado de la temporada. Ascendimos un poco, y nos encontramos con un grupo de montañistas regionales que estaba realizando un curso de básico, ahí nos quedamos.



Buena conversación, mucho descanso y contemplación. Arriba, el día se oscurecía, las nubes amenazaban y el viento comenzaba a jugar. Al atardecer se cubrió todo con una densa neblina y nos fuimos a dormir.
La levantada temprano no sirvió de nada, el volcán estaba completamente cubierto, así que decidimos esperar. Cerca de las 10 partimos, sin mucha esperanza pues la nubosidad y el viento no parecían querer retirarse.


Avanzamos a través de la espesa niebla, con algo de frío y viento, siempre en forma directa, pues ninguno de nosotros sabia la ruta. Terminamos una sección de grandes rocas y nos montamos en lo que se preveía una gran ladera nevada. Ascendimos confiando en la permanencia de nuestras huellas y del GPS que portábamos.


Luego de un par de horas tuvimos nuestra recompensa, alcanzamos el borde del cráter, era la cumbre!! A pesar de que lucia todo muy cubierto, nos alegramos. Un monolito de piedra daba señales del punto más alto y nuestro altímetro marcada 2.360 mts.



Sacamos las fotos respectivas, hidratamos y descendimos siguiendo nuestras huellas que se perdían en la espesa nubosidad, mas abajo el cielo comenzaba a abrirse, dando paso a un día con algo de sol. Había sido el último volcán de la Araucanía que faltaba por conocer, por palpar, por sentir.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Mirador del Morado: Canaleta del Rincón

Era Noviembre del 2006 y había que pensar en algún objetivo. El Mirador del Morado siempre estuvo presente en nuestras cabezas, y esta era la ocasión de ir por el.

Viajamos a Baños Morales y comenzamos con el acercamiento. El día estaba nublado e incluso caían algunas pelusas de nieve, pero había fe en que cambiaria. Al fin llegamos al final de la quebrada, ascendimos un poco y levantamos el campamento luego de hacer una terraza. El altímetro marcaba 2.650 mts.


Iniciamos la marcha muy temprano al día siguiente, alcanzando la rimaya que da inicio al canalón con las primeras luces. Aca nos encordamos para no pillarnos con sorpresas, y ascendimos el canalón en simultáneo. Este no presento grandes problemas, aunque en algunos tramos la nieve onda abuso de nuestra resistencia.


Una vez en el portezuelo nos dimos un buen respiro he hidratamos. Continuamos el ascenso sobre una pendiente que no superaba los 50º. La nieve no era mala, pero tampoco de las mejores. Este tramo es largo y concluye en un filo previo a la cumbre.



Muy agotados alcanzamos el tramo final. El cielo siempre cubierto y amenazante nos acompaño hasta la cumbre, si la cumbre del Mirador! a 3.880 mts. Al fin estuvimos ahí, satisfechos, disfrutando de una cumbre más, de los para nosotros, lejanos andes centrales.


El descenso lo hicimos vía glaciar San Francisco. Fue una bajada lenta sobre un glaciar que ya comenzaba a abrirse, pero que con su belleza nos quitaba el habla. Alcanzamos el campamento a media tarde, agotados y hambrientos, pero con la satisfacción de haberlo logrado.


Recién descendimos el tercer día, cuando por fin comenzo a brillar el sol. Ahora nuestros pasos irian rumbo al Cº Rubilla, pero eso es parte de otra historia.