lunes, 26 de agosto de 2013

Estilo Alpino e Invernal: "Lo que el día nos dejó"

En la región existen innumerables sistemas montañosos que durante el verano no llaman mucho la atención. Cotas que promedian los 1.600 metros y se encuentran tapizadas de bosques y pedregales poco atractivos. Esta situación dista mucho de la realidad invernal, cuando las montañas se visten de blanco para hablarnos de nieve y hielo, de exploración y aventura absoluta en el patio de la casa.


Apoyado como tantas veces por Google Earth, partimos rumbo a una desconocida montaña que se levanta en el margen noreste del lago Las Torres, a escasas 2 horas de Coyhaique. En el lugar un evidente arroyo convertido en un cause semi-congelado nos condujo hasta una serie de intimidantes canalones de nieve y hielo que se forman a partir de los 1.000 mts. El paisaje comenzaba a hacer de las suyas.


Junto a mi cordada – el “loco Harry” - nos equipamos e iniciamos nuestro tránsito a través de un amplio canalón que en ½ hora nos obligó a decidir entre 2 alternativas, fuimos por el canalón de la derecha.  Este último era bastante más angosto y poco a poco comenzaba a ganar pendiente hasta que nos encontramos con el primer resalte en hielo de la ruta. Escalamos desencordados los primeros 30 mts. de la vía.


Asegurados, la escalada continuo por un angosto canalón de hielo y nieve donde las estacas ofrecían la mejor protección, lamentablemente solo llevábamos 2, por lo que el avance fue lento aplicando la técnica de micro-largos para superar la pendiente que alcanzaba los 70° en algunos tramos. Mucho frío y trozos de hielo cayendo por  todas partes condimentaban la escena.


El crux de la ruta llego en un resalte de hielo podrido (3 mts.) de unos 75°, donde una caída acabaría con el asegurador y el resto del abismo con nuestras vidas. Aborde este tramo inquieto pero decidido, coloque un “tornillo sicológico” y escale con el fervor religioso de un talibán hasta que cedió la pendiente y mejoró el terreno. Rápidamente puse una estaca y aseguré a mi compañero quien continuó con la escalada.


Si bien habíamos iniciado la actividad a las 09:45 am., los más de 1.100 mts. ascendidos nos habían consumido gran parte del día, al punto de que cuando dejamos las dificultades atrás ya eran las 17:15 pm., lo que no nos dejaba margen de luz para ir por la cumbre distante a solo 140 mts. de desnivel (estábamos a 1.460 mts.). Satisfechos por la tarea realizada y pensando en tener un descenso no tan penoso, comenzamos los rapeles.


En total hicimos 4 rapales de 30 mts. c/u (faltaron las cuerdas dobles), utilizando 2 stoppers y las 2 estacas que ahora descansan en paz. Alcanzamos la seguridad del jeep destrozados cerca de las 11:45 pm. luego de intensas 14 horas de actividad non-stop. Atrás quedaba una hermosa jornada de montaña, una cumbre virgen y una nueva vía aun sin bautizar. ¡Gracias Patagonia!   

lunes, 19 de agosto de 2013

Actualidad: Invierno 2013, de todo y para todos

Con mi tobillo algo más firme (luego de un esguince grado 2), partimos a la clásica competencia de escalada hielo patagónica (Ice Fest), la cual conto con más de 10 competidores en la categoría experto. Si bien aún no estaba en condiciones, me decidí a participar y compartir un buen momento con los “chicos del barrio”. El ganador fue Rodolfo Torrens (Fito), quien aparece en una de las imágenes más abajo. Por la noche pasamos una entretenida velada compartiendo en un camping en Villa Cerro Castillo.   


Al día siguiente de Ice Fest habíamos planificado subir el cerro “escuela” de los montañistas locales, el Pico Negro. Animados, partimos Marcela, Harry y yo, rumbo a la cima vía canalón sur.  Serian casi 4 horas muy tranquilas hasta que alcanzamos la cumbre en un día radiante, muy luminoso y cálido, muy primaveral. Contentos celebramos en lo más alto, sobre todo por el esfuerzo de Marcela que se puso a prueba por primera vez en pendientes más fuertes.
     

La siguiente actividad llego el domingo 11 de agosto. Con Harry fuimos por una prometedora línea en el cerro Monreal, objetivo que había visualizado en un ascenso realizado en junio pasado. Con bastante nieve alcanzamos la entrada del canalón, el cual nos ofreció una escalada de 6 mts. a 80° max. Los tramos superiores no pasaban de los 40°, sin embargo, la línea ofrece mucho ambiente y una alternativa con más adrenalina que la ruta normal (Canalón Hama, 200 mts. 40°- 80° obligado).