Con mi cordada (Camilo Hornahuer) volando rumbo a
Coyhaique había llegado la hora de decidir. Llovía intensamente en la región,
pero había un lugar que escapaba aparentemente a las odiosas precipitaciones.
Subimos todo lo necesario al jeep y caprichosamente iniciamos el viaje con
rumbo sur, la zona de Zeballos y Jeinimeni formaban parte de un nuevo
proyecto personal por primera vez.
Viajamos hasta Los Antiguos
(Argentina) donde pasamos la noche, para continuar al día siguiente por la ruta
41 hasta nuestro objetivo, el cerro Pico Triangular Sur (PTS), una desconocida
mole que supera los 2.500 mts., salpicada de aristas, glaciares y paredes que
por años han escapado a la mirada de los deportistas de montaña. Aquel hito
fronterizo comenzaba a quitarnos el sueño.
Abandonamos el jeep en medio de
la desolada pampa patagónica e iniciamos la marcha sobre el coironal del
olvido. Águilas, liebres, pumas, guanacos, ñandues ¡santo cielo! qué lugar más
espectacular. Nuestra ruta serpenteaba junto a un estero que en poco tiempo nos
condujo al valle donde el PTS es el amo y señor. Levantamos nuestro campamento
en la morrena luego de tres horas de
marcha.
El primer percance llego a la
hora de prender la cocinilla ¡no funciono!, estábamos hambrientos y helados,
pero solo podríamos conformarnos con queso, salame, galletas y la “fresca” agua
del deshielo. A eso se sumaba que solo tendríamos un solo intento de cumbre,
por la imposibilidad de preparar nuestros alimentos y, desde luego, tomar algo
caliente. El ánimo no decayó.
Salimos a las 06.00 am. apenas se
detuvo una breve nevada. Primero alcanzamos el fondo de valle y más tarde
ascendimos por una pequeña canaleta que nos ofreció 50° sobre buena nieve.
Arriba el manto blanco comenzaba a hacer de las suyas obligándonos a hundirnos
hasta la rodilla, y la opción de atacar por el glaciar se esfumaba debido a la
inestabilidad de la nieve. ¿El plan?, subir por una ladera muy accidentada y de
fuerte pendiente hasta alcanzar el enorme filo cumbrero.
Escalamos desencordados superando
canalones y resaltes de roca ganando altura lentamente. Amanecida y el frio decía
presente inyectándonos su medicina hasta los huesos, por lo que había que
mantenerse en movimiento. Las ráfagas de viento también daban que hablar,
azotándonos cada cierto tiempo al punto de congelarnos las pestañas. Con todos
estos ingredientes sobre la mesa comprendimos que estábamos en el lugar indicado.
A las 10.15 alcanzamos un balcón
que nos ofreció una vista impagable, teníamos la fortuna de estar en medio de
un hermoso paisaje invernal, místico, desolado, frio y escasamente visitado.
Nieve, montañas y nubes fundiéndose en un solo abrazo, dando condimento a una
zona de implacable belleza donde la vida adquiere un desmedido sentido.
Nos turnamos la punta abriendo
paso sobre la nieve honda, pero la tasa de avance estaba lejos de ser la que
esperábamos, aun así continuamos. Atravesamos una especie de plateau y
ascendimos en dirección a una banda rocosa que sería nuestro pasaporte al
esperanzador filo, sin embargo, la pendiente de unos 55° bañada por un metro de
nieve polvo improtegible nos diría, no.
Estábamos a 2.200 mts., pero
sabíamos que aquel dato constituía solo una mínima referencia. Nuestro intento
llegaba a su fin cuando promediábamos 6 horas de actividad, 6 horas de un
blanco, intenso e inolvidable peregrinaje hacia nosotros mismos. La cumbre quedaría
pendiente para una próxima visita.
Descendimos en silencio,
concentrados, obedeciendo nuestras propias decisiones, disfrutando del
particular manjar que emana de estas celosas montañas. A eso de las 14.30
arribamos al campamento para desarmar y continuar rumbo al jeep bajo una suave
nevada, satisfechos. Aquella noche pudimos dormir plácidamente en Los Antiguos,
y claro, disfrutar de un contundente plato caliente. Volveremos.
PD: Quiero agradecer muy
especialmente a los Argentinos Oscar Biott y Federico Djeordjian por la valiosa
y desinteresada información que nos proporcionaron para acceder a este
maravilloso lugar, dándonos con ello una clara señal de que la camaradería
en montaña no tiene fronteras.
1 comentario:
de nada amigo para eso estamos !!! abrazos de cumbre !!! éxitos !!!
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