jueves, 7 de enero de 2010

Actualidad 2.0: Por fin algo de Deportiva

Como lo mencione en el tema anterior, el potencial que poseen los alrededores de Coyhaique en cuanto a roca no es menor, por lo que resulta muy difícil hacer vista gorda a esta alternativa. Recibí la invitación de mi amigo Franco para ir a probar las rutas del McKay, las cuales según él resultarían perfectas para mi iniciación. En 1 horas y 20 minutos estuvimos al pie de la pared.

Un supuesto 5.8 esperaba por mí. Sin pensarlo mucho me tire de primero punteando el primer largo sobre roca con dignos agarres y buena adherencia. Progrese pausado y bastante confianza, una actitud que todavía no logro entender...plop!

Por fin en la cadena y se terminaba el largo. Me auto asegure y comencé a recuperar a mi compañero que deposito tanto su confianza como sus miedos en la cuerda y en el enjambre de la reunión. Subió pagando sus pecados.

Al cabo de un rato las dos “joyas” estuvimos en la reunión. Viento patagónico, paisaje inmejorable, tallas y desorden a la orden del día, una clásica receta de la zona. Luego de un par de fotos planificamos lo que vendría.


No teníamos certeza del siguiente largo, las chapas desaparecían en una pequeña aguja que era azotada por el viento. Franco se preparo y lo aseguré, mientras se desplazaba hacia lo alto sobre el manto rocoso.

No llegamos muy lejos, las chapas terminaban en la cima del gendarme, un lugar del cual parecían haberse desprendido unas cuantas placas de roca, dejando la reunión bastante incomoda, pero con una vista sorprendente hacia las enormes columnas de roca que constituyen el Mackay.

Soportando el viento helado iniciamos el descenso, primero hasta la cadena y más tarde hasta la base de la ruta., dando por terminada una impecable jornada de tipo escuela, que resulto del todo provechosa. Gracias por la confianza.

1 comentario:

Unknown dijo...

buena pared hermano , nos quedan miles aún por escalar y abrir en la patagonia.

franco cayupi