miércoles, 20 de septiembre de 2023

Actualidad: Inaugurando “Diagonal Sur” en el Cerro Mesa

¿Qué dónde queda el Cerro Mesa (1.941 mts.)? En la Cordillera Emperador Guillermo. Se trata de un viejo conocido el cual tuve la oportunidad de ascender hace 13 años, el 2010. ¿No se acuerdan? Acá les dejo el link Ascenso al C° Mesa el 2010. Pero bueno, las montañas de este lugar son hermosas, es por ello que las he visitado en un buen par de ocasiones, las que resumo en esta imagen. En esta oportunidad fuimos con la intención de abrir una vía en la cara sur del Mesa, algo que resultó a la perfección. 

Junto a Gustavo Durán nos estrenamos como cordada montañera. Con sus 21 años y las 41 pepas mías, logramos una buena sinergia basada en la vitalidad y la experiencia. Dicho eso nos cargamos las mochilas y comenzamos la marcha de aproximación que nos tomó 3 horas y 15 minutos a buen ritmo hasta el lugar de campamento. Luego de 7 años de ausencia, volvía a estar a los pies de estas montañas maravillosas, que aún estando muy cerca de Coyhaique, emanan una gran cuota de misterio y soledad. 

Aquella tarde caminamos - luego de montar el campamento - hasta un punto que nos permitió visualizar bien la ruta planeada y evaluar sus condiciones. Las montañas estaban muy cargadas de nieve y no queríamos correr riesgos innecesarios. Más tarde retornamos a comer, hidratarnos y guarecernos de una suave nevada que caía copiosa e intermitente, un capricho más del Emperador que acusaba recibo de nuestra presencia en sus dominios.

A las 05:00 nos pusimos en marcha. Progresamos con raquetas en medio de la oscuridad que era interrumpida por nuestras luces de frontal. Alrededor de las 07:30 estábamos a pie de vía, equipándonos y preparando el primer largo de la rampla. Partí yo y luego continuo Gustavo, dejando atrás dos largos hermosos en nieve/hielo con pasadas de hasta 75°. Luego avanzamos unos 120 mts. más en simultáneo, hasta alcanzar la rampla superior donde cedía la pendiente y la exposición. 

El tramo sobre la rampla nos exigió bastante. Acusamos algo de cansancio y el frío era intenso (nunca me saque la chaqueta de pluma). Si embargo, el maravilloso entorno donde estabamos inmersos constituía un motivo suficiente para creer en lo que hacíamos. El Cerro Azul y la Punta Rincón hacia el sur hacían alarde de sus prístinas laderas decoradas con carámbanos de nieve y hermosas coliflores dignas del más crudo de los inviernos. 

A las 11:45 se acabó la rampla y alcanzamos el filo que nos daría acceso a la cumbre. El cielo estaba amenazante y a ratos se cubría de nubes, pero sabíamos que era parte del juego del Emperador. Progresamos rodeando gendarmes tapizados de hielo y otras formaciones caprichosas vestidas de tonalidades azules y blancas. Cuando el reloj marcaba las 12:15 nos paramos en la cumbre del Mesa, nuestro esfuerzo invernal obtenía su merecida recompensa, estábamos felices.     

Las más de 7 horas de actividad en un ambiente meteorológicamente complejo nos hizo pensar rápidamente en el descenso, el cual aún teníamos que evaluar. Propuse ver una alternativa de descenso buscando conectar una línea con el fondo del valle, y de esa menara evitar los rapeles en la zona de escalada. ¡Bingo! luego de “ratonear” algunas pasadas y destrepes - sumado a un rapel corto - dimos con la cabecera de la gran pala de nieve que da origen a un pequeño valle de altura.

A las 15:30 estuvimos en la carpa nuevamente, lugar donde decidimos descansar un poco antes de continuar con los preparativos y el descenso hasta el vehículo. A esas alturas se había desatado una persistente nevada, pero ya nada importaba. En las entrañas de la cara sur del Cerro Mesa habíamos dejado nuestra humilde impronta en el corazón del invierno, “Diagonal Sur” dejaba de ser un lindo proyecto para convertirse en realidad.