sábado, 23 de agosto de 2008

Actualidad: Travesía Circular Invernal

Invierno en La Araucanía. El cielo se cubre de gris continuamente aguando los deseos de ir a la montaña. En la zona central los valles están cubiertos de nieve blanda y las avalanchas son un peligro constante. El altiplano esta muy lejos y es bastante caro.

Finalmente se venia una ventanita de buen tiempo aca en el sur. Queríamos hacer un recorrido nuevo, algo que por cercano que pareciese no hayamos hecho o visitado nunca. Si bien el volcán Lonquimay lo hemos subido en varias ocasiones, jamás habíamos traveseado sus laderas logrando un circulo perfecto, menos en pleno invierno.

Jueves 21 de Agosto, partimos. Desde el primer estacionamiento de Corralco enfilamos con rumbo oeste, remontando todo el margen sur de la montaña. Equipados con raquetas emprendimos el viaje superando el intenso frío y la nieve blanda bajo la bendición de un cielo azul. Fue una jornada de 5 horas hasta que decidimos levantar el campamento, justo cuando nos ubicábamos en el filo sur-oeste de la montaña.


Con mi cordada decidimos construir una cueva de nieve para dormir, mientras que la segunda cordada lo hizo en carpa. Aplicando conocimientos de técnicas invernales, paleamos por cerca de 2 horas hasta que la casa quedo lista. Comimos, hidratamos y a dormir.



El segundo día se vislumbraba exigente por la distancia a recorrer, ya que habíamos previsto la travesía para 2 días. A eso de las 10 partimos a buen ritmo para poder concluirla según lo previsto. En 2 horas alcanzamos el bello portezuelo Lonquimay – Tolhuaca, increíble vista que nos motivo a seguir caminando con decisión.



Rodeamos todo el margen norte del volcán - para mi absolutamente desconocido - hasta detenernos junto al cráter Navidad. En ese momento ya eran 4 horas y 30 minutos de dura marcha con equipo completo sobre nuestras espaldas, por lo que decidimos parar, comer e hidratarnos, ya que el sol nos castigaba incesante.



Por fin el último tramo de nuestro improvisado desafío. Descendimos unas laderas y remontamos el último gran valle que nos llevaría hasta Corralco. El sol descendía y también nuestras fuerzas, pero el final ya estaba al alcance de la mano. Los últimos raqueteos sobre la densa nieve que cubre estos parajes hasta que se detuvieron nuestros pies junto al vehiculo que en aquel momento lucia como un verdadero trofeo.

Un poco de imaginación, buenos amigos y algo de voluntad fue la receta para llevar a cabo esta atractiva salida, que a pesar de estar proyectada como un tranquilo paseo invernal de 2 días y unos 20 km. de recorrido, termino exigiendo lo mejor de nuestra resistencia y amor por la montaña.

1 comentario:

Agrupación de Andinismo Vultur Gryphus dijo...

linda travesia raton de cola pela...me parece como siempre maquinando cosas interesante en la montaña...