lunes, 16 de junio de 2008

Expedición Cordillera Real: Segunda Parte

Continuación del periplo boliviano...

Junio 2: Día de compras. Por la mañana recorrimos algunos locales y ferias buscando lo necesario para sobrevivir en la montaña. El almuerzo fue bueno, como siempre en el boliche “A lo Cubano”.

Durante la tarde coordinamos el transporte, enviamos ropa a la lavandería, ordenamos el equipo, hicimos algunas llamadas telefónicas y nos entretuvimos enviando e-mail, además de navegar por Internet. Finalmente cerramos el día con una cerveza Paceña para acostarnos temprano, ya que como siempre, saldriamos al alba.

Junio 3: Son las 19.45, estamos a 5.130 mts. en el Campo Roca del Huayna Potosí. Este medio día superamos un desnivel que va entre los 4.700 y los 5.130 mts. que nos dejo muertos a causa de las mochilas cargadas con equipo completo. (cabe señalar que en esta montaña - generalmente visitada por turistas/clientes – se utiliza mucho el servicio de guías, porteadores y refugios, lo que aliviana la pega pero entrega a este deporte otra connotación, no precisamente deportiva).


Somos la única carpa del campo alto!! Afuera ya hace un frió que pela y se levanto una brisa de aquellas, sin embargo estamos bien y hay optimismo. Saldremos a la cumbre a las 03.00, y estimamos que serán unas 6 horas desde aca.


Es nuestro décimo día de expedición en la Cordillera Real y las cosas han salido bien, es por ello que quiero agradecer a dios y a la vida por permitirme llegar hasta aca, a estos lugares maravillosos que hablan por si solos.

Mis mujeres siempre están aquí, conmigo, me refiero a mi madre, hermanas y polola…

Junio 4: “Nada encarna mas la idea del éxito y la satisfacción que subir a la cumbre de una montaña”. Esta frase resume mi sentir a las 09.30 am. de hoy, cuando pisamos la cumbre del Huayna Potosí 6.088 mts.





Fue un ascenso duro, intenso, a gran altura y extremadamente frío, sin embargo las ganas pudieron más permitiéndonos disfrutar de nuestra cuarta y última cumbre en tierras bolivianas.


Aun estamos en el campamento alto, mañana bajaremos a La Paz, donde tendremos un par de días para disfrutar en la urbanidad de un pueblo hermoso, lleno de vida y encantos genuinos, alejado de las grandes influencias externas.

Junio 5: Desayunamos y desarmamos el campamento temprano, había que bajar hasta Paso Zongo, lugar donde nos esperaría el transporte, y al cual nos tomo poco más de 1 hora alcanzar. A las 11 comenzó el retorno vehicular a la ciudad.

Finalmente retornamos a La Paz. Una buena ducha sumado a un buen almuerzo dieron el vamos a la recuperación del esfuerzo realizado. Por la noche compartimos unos “mojitos” con una pareja de amigos austriacos que conocimos cuando llegaban con su guía a la cumbre del Pequeño Alpamayo.

Ambiente distendido, buena conversa y a dormir, el cuerpo anhelaba la comodidad de una cama real, basta de colchones de piedra!!

Junio 6, 7 y 8: Estos días los dedicamos a disfrutar de la capital boliviana, a comprender algo mas de su gente y la dinámica de su cultura. Junto con ello nos dimos el gusto de disfrutar de algunos sabores de la zona, tales como el de las empanadas salteñas, el helado artesanal y los jugos naturales vitamínicos, elaborados con una gran variedad de frutas frescas, traídas desde la region de los Yungas.


Por supuesto las cervezas Paceña y Huari también fueron parte de la dieta, brebajes sabrosos y bolivianos.

Por otra parte visitamos la iglesia San Francisco, un lugar intrigante y lleno de historia que tiene como principales protagonistas a los misioneros que arribaron a esta tierra con la misión de evangelizar.

Así terminaron nuestros días en estas mágicas y encantadoras tierras. Nos retiramos con la ilusión de regresar a este caótico rincón del mundo, que con su estructura simple y ligera, es capas de obsesionar con su cultura inquieta y su riqueza andina.

1 comentario:

Unknown dijo...

Buena Marco, los felicito nuevamente por esta gran experiencia compartida.

Claudio L.