lunes, 5 de julio de 2010

Actualidad: ¡10 metros por debajo la cumbre!

La foto bajo estas letras es una evidencia grafica del lugar donde se detuvo nuestro reciente intento a la cara sur del Pico Negro, bloqueados unos 10 metros bajo la cumbre, justo cuando terminábamos una bonita línea, paralela a la ruta usada en contadas ocasiones para ascender por esta ladera.

En un día de clima impredecible partimos rumbo al sector del Portezuelo Ibáñez con la idea de probar alguna cascada, pero las condiciones aun inestables del hielo, sumado a una tarea pendiente en “la sur” del Pico Negro nos hizo cambiar de idea. Conformamos el grupo KZ, Lucho Contardo y quien escribe. A eso de las 10:20 comenzamos la marcha.

Un manto blanco aceptable durante todo el trayecto, viento con ráfagas de nieve polvo y un cielo a ratos muy amenazante nos acompaño durante el acercamiento. Progresamos a buen ritmo admirando el maravilloso paisaje de la cordillera en invierno, un lujo reservado para los cómplices de la montaña en toda su expresión.



Luego de coordinar con Lucho el regreso (intentó la ruta normal), junto a KZ avanzamos raudos hacia la cara sur, para después de casi tres horas de marcha encontrarnos en su atractiva base. Un ambiente alpino lo inundaba todo. Nieve, frío, y ráfagas de viento nos castigaban mientras nosotros deteníamos nuestra mirada en una atractiva línea que se perdía en lo alto de la montaña.

Con algo de experiencia y confianza es posible sacar gran parte de la ruta sin el uso de seguros, pero decidimos echar a andar la idea de refrescar algunas técnicas de progresión con estacas y aseguramiento. KZ inicio el 1er largo, ascendiendo paralelo a la ruta comúnmente utilizada para doblegar esta cara de la montaña, la que sin lugar a dudas ofrece una salida más ortodoxa que la que esperaba por nosotros bajo la cumbre.

La nieve estaba en regulares condiciones para progresar pero no impedía el avance, sin embargo, en algunos tramos se escondían resbaladizas lajas bajo la superficie, lo que obligaba a subir muy concentrado. Terminado el segundo largo aseguré a KZ, todo mientras la tarde comenzaba a amenazar con arrebatarnos la luz. Un sorbo de te y algo de chocolate servia para reponer fuerzas en mitad de la ruta que ofrecía entre 45° y 55° grados de pendiente.


El tercer largo nos condujo al final del canalón que era franqueado por una gran cornisa. La pendiente en este lugar no era para nada despreciable, y la nieve muy inestable. Asegurados a una estaca con “la pura fe”, intentamos remontar los pocos metros restantes que nos dejarían en la arista cimera, pero fue imposible. Luego de arriesgar un par de “lindos vuelos” decidimos dejarlo hasta ahí, 10 metros por debajo de la cumbre.

Con la satisfacción de haber hecho el mejor esfuerzo iniciamos el descenso muy avanzada la tarde. Desescalamos toda la ruta (la situación no esta para andar regalando estacas), hasta que por fin estuvimos al pie de la vía, cansados. Mas tarde vendría el descenso sobre las suaves laderas iniciales, el bosque y mas tarde la seguridad del vehiculo, donde nos reunimos sin mayores inconvenientes con el Sr. Contardo. La noche ya se había declarado.


Nuestra ruta señalada en la fotografía. Termina justo bajo la cornisa que da acceso al picacho cumbrero. La otra ruta de ascenso conocida asciende por la derecha de nuestra línea, en dirección al primer picacho cumbrero. Lindos desafíos que reunen las 3B. ¡¡Saludos montañeros!!

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