El clima no prometía mucho el fin de semana, sin embargo, el domingo comenzó a dar luces de estabilidad, poco viento en altura y sin precipitaciones. Con este pronóstico, rápidamente me puse a la tarea de buscar cordada teniendo un objetivo claro en mente, entrar a la Cordillera Emperador Guillermo para intentar el “Cerro del Medio”, una mole ubicada entre el cerro Azul y la punta Rincón, donde había revotado hace precisamente un año, junto a mi compañero Gustavo Durán.
En esta oportunidad, mi amigo Guillermo Arroyo estuvo disponible para dar la pelea. Por asuntos laborales, solo pudimos ingresar al sector la tarde del sábado, lo que no nos permitió acampar muy alto, destinando algunos de los inconvenientes que ofrece el bosque para el día siguiente, en medio de la oscuridad. Más allá de eso, nos fuimos al sobre motivados, esperando que se nos alinearan los astros y pudiésemos hacer un intento digno a una montaña que – aparentemente - no conocía la presencia de humanos en su cumbre.
A las 05.30 iniciamos la aproximación río arriba. Muy poca nieve en esta parte de la ruta, lo que privilegiaba el avance. Sin embargo, poco antes de dejar el bosque atrás, ¡perdimos la ruta! desviándonos hacia la izquierda, perdiendo energía y tiempo importante. Pese a ello, y ya con algo de claridad, enmendamos el rumbo y nos fuimos para arriba, buscando conectar con una sección de la ruta que bautizamos como “La Garganta”. Seria nuestro pasaporte al nevero superior.
La Garganta es un estrecho canalón de unos 200 mts. de longitud. Se encontraba con nieve dura, algo de hielo y uno que otro resalte inconsistente. Su pendiente promedio debe andar por los 55° grados, y el ambiente de carácter alpino que se vive en sus entrañas parece sacado de otro planeta, ofreciendo disfrute y entretención garantizada. Escalamos sin asegurarnos su primera mitad, más tarde decidimos sacar la cuerda para superar un pasito delicado y “asegurar el chancho”.
Una vez en el nevero superior cambio el panorama. Nieve pesada y a ratos profunda nos obligaron a invocar la paciencia y dosificar el desgaste para no fundir el motor. La pirámide somital del cerro Del Medio ya estaba frente a nuestros ojos, llamándonos cual sirena con su esbelta figura salpicada de nieve, hielo y roca. Luego de una breve parada para hidratarnos, comer algo y disfrutar del paisaje, fuimos por la última sección de la montaña que ha ratos se ocultaba entre las nubes.
Una pala de 100 mts. y pendiente máxima de 70° grados fue el desafío a resolver. “Guille” lidero los primeros 60 mts., más tarde pase yo, negociando con una arista aérea y poco consistente, pero a esas alturas no había vuelta atrás. Alcanzamos el filo, dejamos el equipo y nos fuimos en demanda de la cima. El abrazo cumbrero llego 8 horas después de haber dejado el campamento, en medio de las nubes, soportando el intenso frio y el cansancio, pero todo tenía sentido, todo valía la pena en aquel instante.
Solo disfrutamos de la cumbre por algunos minutos. Eran cerca de las 14.00 hrs. y pretendíamos bajar con luz hasta el vehículo. Hicimos dos rapeles (uno de un hongo y otro de una estaca), algo de desescalada y conectamos con neveros más tranquilos que nos llevarían hasta el valle. Bajar, bajar, bajar…llegamos al campamento, desarmamos y la procesión continuaba. Cruzamos el río Azul descalzos con la última luz, llegando al auto cerca de las 20.00. Luego 30 minutos más de “jeepeo” y por fin en la Ruta 7.
Resumiendo. Realizamos el 1er ascenso absoluto e invernal de una cumbre que desde hace un tiempo propuse denominar cerro “Del Medio” por su ubicación. Hemos llamado a la vía “05 de abril”, fecha en que nació mi hijo Franco León. Se trata de mi 6ta cumbre en la Cordillera Emperador Guillermo y la 8va ruta que dibujo en ella. Y finalmente, quiero decir ¡gracias totales! a todas las cordadas que han creído en los proyectos que he desarrollado en esta cordillera, y lo han dejado todo en la cancha.
1 comentario:
Hermoso relato! Espero lograr esta cumbre algún día! Gracias por tus palabras e inspirar y motivar a otros
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