lunes, 26 de noviembre de 2007

Actualidad: Sierra Nevada, Variante Oeste

La primavera en La Araucanía nos estaba tratando bien, en los cerros abundaba la nieve y el sol era un cómplice cada vez más recurrente. ¿Qué hacer? con mi cordada ya habíamos tenido la oportunidad de subir todo el circuito de volcanes regionales en distintas épocas del año, sin embargo, siempre quedaba pendiente algún desafió.

La Sierra Nevada es una extensa y hermosa mole glaciada que alcanza los 2.550 mts. Ubicada entre los volcanes Loquimay y Llaima, esta estética montaña ofrece 2 rutas clásicas que la ascienden por los filos de su cara norte y sur, las cuales no poseen mayores dificultades técnicas. Hacia el este se extiende un enorme glaciar y hacia el oeste una atractiva y desconocida ladera que se observa muy alpina desde la distancia.

Partimos rumbo a la sierra con la intención de averiguar algo más de su cara oeste. El acercamiento se inicio abordando su filo norte, atractiva ruta que atraviesa un denso y aromático bosque nativo repleto de majestuosas araucarias. Más tarde se alcanza el límite de la vegetación y la ruta, que continua ascendiendo sobre un vistoso filo acornisado de gran extensión y belleza.


Fueron algo más de 5 horas para alcanzar un buen lugar de campamento a una altura aproximada de 1.900 mts. La exposición del filo norte a enormes ráfagas de viento nos obligo a levantar un muro de nieve que cumplió su función a cabalidad. El atardecer traería un poco mas de calma y una vista sobrecogedora a los numerosos volcanes que dominan la region. Una noche clara y estrellada de frío moderado fue testigo de nuestro descanso.

Luego de fundir nieve, tomar un desayuno consistente y preparar el equipo, iniciamos la marcha a eso de las 06:00, un poco tarde para nuestros planes, por lo que impusimos un ritmo rápido y sostenido.

Poco después de terminar el filo continuamos el avance en dirección sur, rumbo a un evidente collao que da la bienvenida a la cara oeste. Atrás quedo la ruta normal, que sube por la izquierda (este) rumbo a la cumbre norte por suaves laderas.


Una vez en el collao nos dimos un buen respiro, hidratamos e hicimos una lectura preeliminar de la ruta a seguir. Descendimos alrededor de 100 mts. y comenzamos con un gran traverse en dirección sur.


La ruta ofrecía una pendiente promedio de 40º con algunos pasos de 45º bastante expuestos. Progresamos sobre nieve dura y algunos tramos de hielo muy “jabonoso”, esta vez en una línea diagonal que terminaba bajo la cumbre sur de la Sierra Nevada. Para no pillarnos con sorpresas decidimos subir encordados, instalando algún seguro provisorio si el terreno lo ameritaba, moviéndonos siempre en simultáneo.



Finalmente nos ubicamos bajo la cumbre sur, sobre un pequeño descanso donde comenzamos a planificar la salida al filo cumbrero. Luego e inspeccionar la zona nos dimos cuenta de lo imposible que seria subir por ahí. Enormes torreones de roca putrefacta y coliflores que se abalanzaban ladera abajo lo impedían. Analizamos la situación y decimos buscar una salida más viable bajo la cumbre central – y principal – de la sierra.

Nuevamente “traveseamos”, esta vez en dirección norte hasta alcanzar la cumbre central. Ahí estaba, sobre nuestras cabezas, ofreciendo a un costado de ella lo que auguraba ser una buena salida.


Luego de meditarlo ascendimos en forma directa hacia lo alto del filo cumbrero. La pendiente aumento a 50º hasta que alcanzamos una pequeña terraza a solo 40 mts. de la salida, un buen lugar para descansar y preparar el largo de cuerda que nos separaba de la amplia meseta cumbrera. Instalamos un anclaje y superamos los últimos metros sobre nieve y hielo en una escalada que promedio los 55º.



Ahí estaba, la enorme meseta glaciada de la Sierra Nevada, extensa, blanca y radiante. Ahora solo nos restaba ascender el picacho más alto de la montaña, la cumbre central. Fueron 30 minutos de subida hasta alcanzar el hito de cumbre, lo habíamos logrado!!


Abrazos, fotos, hidratación, descanso y comenzó el regreso. Enfilamos con rumbo norte pasando por la cumbre homónima, descendimos hasta el campamento, desarmamos y continuamos la bajada hasta Malalcahuello. Muy cansados arribamos al pintoresco villorrio donde debimos pasar otra noche, ya que habíamos perdido el ultimo bus, solo un detalle que nos permitió disfrutar un poco mas de la tranquilidad y la belleza abundante de los andes araucanos.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Travesía Invernal: Provincia - San Ramón

A pesar de la mala calidad, y de las pocas fotos que tengo (mal escaneadas), opte por subir el tema para que no se pierda en el baul de los recuerdos, y de paso me auto-ayudo a refrescar la memoria, sobre uno de los primeros pasos que di en la zona central.

Junio del 2004. Conformamos un grupo numeroso y fuimos por esta clasica travesia, pactada a 3 dias. El ascenso desde el puente Ñilhue al Provincia fue duro, con equipo completo y un dia particularmente soleado. Luego de varias horas de arduo caminar arribamos a la cumbre (2.750 mts.), la noche ya habia caido integramente, por lo que fuimos rapidamente al lugar establecido para acampar, pasadito la cumbre sobre una planicie.


Luego de la merecida cena nos fuimos a dormir placidamente, el cuerpo lo necesitaba. Muy temprano el segundo dia fuimos por las fotos cumbreras y nos dispusimos a continuar con la travesia.


El dia estubo de lujo, no habia nieve en exceso y la vista era sobrecogedora. El Plomo, La Paloma, Tupungato y otros grandes del Cajon del Maipo se lucian en la lejania invitando a soñar.


Subimos y bajamos diversos lomajes, pasando tambien por el conocido Morro del Tambor. Luego de varias horas, al atardecer, arribamos al segundo y ultimo objetivo de la travesia, la cumbre del San Ramón (3.253 mts.).


Satisfechos, comenzamos a levantar el campamento en la misma cumbre. Estaba muy ventoso y frio, pero la puesta de sol era de pelicula. Comimos, hidratamos y a dormir, acompañados por un viento que azoto toda la noche.


Como se torno costumbre, sacamos las fotos cumbreras al dia siguiente, con la llegada de un nuevo dia radiante. Arreglamos nuestras cosas, y serca del medio dia comenzamos el descenso. No fue una bajada trivial, fueron varias horas hasta alcanzar la comodidad del mini bus que nos esperaba al final del camino. Habian sido 3 dias de lujo, 2 cumbres y muchos nuevos amigos. Comenzo mi viaje de regreso al sur...

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Actualidad: El Emblemático Cº Morado

Hace más de 1 año que daba vueltas en mi cabeza la idea de subir el Morado, un clásico a todas luces, que alcanza los 4.647 mts. Principios de Noviembre era la fecha perfecta, tenia el tiempo y aun me quedaba cupo para pedir un avance en efectivo…plop!

Me contacte con algunos miembros del Club Andino Alberto Hurtado y partí rumbo a la zona central, con la ilusión de poder concretar uno de los tantos sueños que cobijamos los montañistas.


Día 1. Luego de viajar durante la noche a Santiago partimos rumbo al Cajón del Maipo. Dejamos el vehiculo un poco antes del Choribulder y caminamos rumbo a la laguna del Morado. Fueron un poco más de 4 horas muy tranquilas en un día bastante nuboso, hasta que alcanzamos la base de la montaña.

Día 2. Partimos rumbo al campo alto. La subida fue siempre por una pendiente bastante fuerte, a través de los clásicos canalones que desfilan por la cara este del cerro.


A medio camino, la ruta tuerce a la izquierda por un canalón mas angosto que alcanza los 50º en su salida. Superado esto avanzamos un poco más y alcanzamos la planicie del glaciar superior, con el colgante a un costado. Arriba estaba nuboso y comenzaba a plumillar.


Hicimos unas terrazas, levantamos las carpas y a descansar, luego de 5 horas de subida. Tristemente cuando introducía el equipo de campamento en la carpa, mi saco “escapo” pendiente abajo, perdiéndose bajo el glaciar colgante. Me esperaba una noche horrendamente fría a 4.100 mts. sobre un glaciar.


Día 3. Sin poder concretar el sueño por el frío, comenzamos las maniobras para atacar la cumbre muy temprano, sin embargo esperando algo de luz, partimos cerca de las 06.00 am. Hicimos la larga travesía en una mañana muy fría. Pasamos un sector muy agrietado y nos pusimos bajo la cumbre norte.


De ahí en adelante la nieve estuvo muy blanda. Agotados llegamos al paso de hielo, un tramo muy empinado de hielo cristal cuya calidad es pésima. Aquí aseguramos al primero quien instalo una cuerda fija para que luego subiera el resto de forma mas rápida, expedita y segura.


Finalmente nos abalanzamos sobre los últimos metros que se hicieron muy largos y duros, accedimos a un aéreo y expuesto filo para finalmente encontrarnos bajo el torreón cumbrero. Muy agotados, trepamos los últimos metros por roca inestable y accedimos a la ansiada cumbre del Morado!!


El clima estaba poco prometedor, sin embargo nos dimos un breve tiempo para disfrutar y comenzamos el descenso al campamento. Regresamos a las carpas agotados y hambrientos.


En este tramo pude divisar mi saco sobre unos requeríos bajo el glaciar colgante, por lo que con mis ultimas fuerzas fui solo a su rescate, asegurándome una noche mas calida, increíble!

Día 4. El día amaneció hermoso y despejado, era hora de bajar. Descendimos sobre las abruptas laderas, haciendo rapel en el tramo de la canaleta que lleva al campo alto, todos menos yo, que me decidí a desescalar ya que me sentía confiado para hacerlo.



Al fin pusimos los pies junto a la laguna, lo mas expuesto había pasado, y solo quedaba un trekking hasta el vehiculo. Mas tarde arribamos a Santiago y finalmente me embarque rumbo a Temuco, destruido, pero feliz de haber abrazado un objetivo largamente soñado.